Después
de ello vienen los módulos de aprendizaje. Los primeros tienen que ver con porciones bíblicas en lengua hebrea.
Le siguen lecciones en textos arameos presentes en Esdras y Daniel. Posteriormente vendrán estudios de porciones griegas
del Nuevo Testamento, y lo mismo se hará con textos de la Septuaginta.
Los
primeros módulos consistirán en la entrega, entre otros materiales, de ejercicios gramaticales para reconocer las
partes de una oración hebrea, el genio del pensamiento semita, cómo construir ideas y conversaciones judías, etc.,
asistidos de provechosas gramáticas y léxicos, junto con porciones de materiales teológicos. Mire aquí los pasos que seguimos cuando estudiamos e interpretamos el texto hebreo.
El
primer módulo nos ayudará a fijar los componentes de una oración hebrea:
1)
los sustantivos (comunes, propios, gentilicios), junto con su género (masculino, femenino,
o ambos), su número (singular, plural, dual), y su estado (constructo, absoluto, o sin estado asignado);
también
2)
las partículas en general, como el artículo determinado, las conjunciones,
los adverbios, las interjecciones, las preposiciones,
las partículas relativas, interrogativa, el signo de
objeto directo),
3)
los pronombres (personales, interrogativos), de acuerdo a su persona (primera, segunda
y tercera), género (masculino, femenino, o ambos) y su número (singular, plural, dual),
4)
los adjetivos y numerales (cardinal, ordinal, etc.), según su género
(masculino, femenino, ambos), número (singular, plural, dual) y estado (absoluto, constructo), y
5)
los verbos, según su estructura (binián en hebreo) como qal, piel, pual,
etc.; su aspecto (llamado en hebreo moderno zeman “tiempo”) como perfecto,
imperfecto, participio, etc., y también considerando su persona, género y número. Al estudio
de los verbos se le sumará el reconocimiento de la eventuales formas yusiva y cohortativa (presentes en
el perfecto e imperfecto), las formas verbales apocopadas, como también las otras alargadas (heh paragógico,
heh direccional, nun paragógico), y se considerarán también
6)
los sufijos pronominales (usados con los sustantivos), y los sufijos verbales
(usados con los verbos), de acuerdo a su persona (1ra., 2da., 3ra.), género (masculino, femenino, común)
y número (singular, plural y dual).
Interesantes
apuntes acompañarán también al estudio de los versículos hebreos, tales como
1)
las lecturas de variantes textuales, como lo son el Qeré (i. e., léase de este modo, aunque está
escrito de otro; o debe leerse aunque no está escrito) y el Kethib (i. e., está escrito
erróneamente; o está escrito pero no debe leerse),
2)
los variados significados de una palabra u homónimos, según el orden que Koehler-Baumgartner
asignaron a sus entradas lexicográficas (The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament por Ludwig Koehler
y Walter Baumgartner; subsecuentemente revisado por Walter Baumgartner y Johann Jakob Stamm © 1994-2000 Koninklijke Brill
NV, Leiden, The Netherlands), junto con
3)
algunas notas editoriales, esto es, comentarios
o apuntes sobre análisis particulares realizados por los editores de la WTS, que es nuestra versión de estudio (Groves-Wheeler Westminster Theological
Seminary Hebrew Morphology Database).
Y
finalmente, acompañando a los textos hebreos vendrán
1) diversas
traducciones modernas, en lenguas elegidas por el estudiante (español, inglés, francés, alemán, italiano,
etc.), para verificar la lectura y traducción que él está llevando, y
2) eventuales
ayudas filológicas que iluminarán los análisis bíblicos (artículos de diccionarios, gramáticas, comentarios bíblicos, etc.).
En breves trazos está presentado el contenido del primer módulo, contenido que se irá enriqueciendo
en los módulos restantes, y que se aplicará a cualquier libro del Antiguo Testamento. No obstante, se recordará que los primeros pasos de nuestro curso se relacionarán
con el aprendizaje audiovisual (archivos MP3 y Biblia transliterada).
Para el estudio inicial del hebreo bíblico, sugerimos que el estudiante comience con el
libro de Génesis. Así podrá comparar los resultados que obtenga con un análisis de lectura fácil –preparado por
el autor para ser entregado oportunamente– de los primeros 9 capítulos del libro.
¿Se anima a participar con nosotros de algunos ejercicios de hebreo y griego bíblicos? . . .
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